En la segunda parte de la trayectoria de Rodolfo “Fito” Martinovich, abordaremos su llegada nuestra ciudad y su ligazón al Atlético Boxing club, entidad a la cual le daría títulos y gloría.
Segunda entrega Por Héctor Mansilla
Hoy presentamos la segunda entrega de este suplemento donde hace una semana comenzamos a desandar la trayectoría de una de los futbolistas que marco una época en el balompié de nuestra ciudad en la década de los setenta y principio de los ochenta.
A veces el fútbol y la vida van unidos de la mano para ofrecer historias que son increíbles y que muchas veces son pocos conocidas por las nuevas generaciones. Y es que la trayectoria de Rodolfo “Fito” Martinovich, esconde de esas historias y anegdotas de un fútbol local al cual muchos catalogaron como la época “Dorada”, por la cantidad de valores que militaban en distintas instituciones de nuestro medio.
El comienzo de esta segunda etapa con la trayectoria de Martinovich, tiene pasajes de buenas y malas en el mundo del fútbol.
Por un lado y tal lo que hemos abordado en la primer entrega de esta reseña, el personaje a comienzos de la década del setenta comenzaba a deslumbrar en el Club Magallanes de Santiago de Chile, una entidad fundadora del balompié trasandino.
Pero una lesión cambiaría proyectos y daría un vuelco de casí 180 grados en la historía de nuestro entrevistado.
Magallanes y la adaptación a un nuevo medio
Sobre este hecho puntual Martinovich remarcó “caigo mal producto de un cabezazo en el área con tan mala suerte que lo hago arriba e un montículo de tierra, produciendome una doble hernia de disco en la columna en el año 1974, estuve seís meses sin jugar, en aquellos años ni hablar de operarme la columna, me acuerdo que Ovalle es una ciudad como Río Gallegos, en pobalación de habitantes y era el único equipo profesional de fútbol que habia y yo estaba en boca de todos y por ser un jugador que venia de un equipo de primera a uno de segunda era bien pago y no jugaba, entre en la boca de todo, no me gustaron los comentarios, yo había firmado contrato por dos años y antes de llegar al año recindo mi contrato y me volví a mi casa a Punta Arenas, y estuve seís meses y volví a mi club Magallanes a jugar a pesar de mi problema que me impedia jugar en alta competencia por otra exigencia que pasa por los examenes médicos”.
Más allá de esta lesión que lo había tenido a mal traer el personaje de esta historia retorna a Punta Arenas y vuelve al club de sus amores, el Magallanes, donde compite en los torneos locales y en ocasión como refuerzo de distintas entidades de Punta Arenas en participaciones en competencias nacionales hasta que por cosas del destino pasaría al fútbol argentino, del cual se quedaría para siempre en nuestra ciudad como símbolo de una entidad señera de nuestro balompié como lo es el Atlético Boxing Club.
Su primer contacto con el Boxing
Las vueltas del destino quieren que un 18 de septiembre nuestro personaje reforzando al equipos de Sokol Croata de Punta Arenas que participo de un cuadrangular en la ciudad de Puerto San Julián.
Este torneo se lo adjudica Sokol con una buena actuación de Rodolfo “Fito” Martinovich, donde dejo deslumbrado a dirigentes de Hispano Americano y Boxing quienes estaban presentes en dicho torneo.
Sobre este hecho en particular Martinovich señaló “veníamos de jugar un torneo en San Julián donde yo había reforzado a Sokol y el colectivo que nos traía para en la estación de Servicio de Bark a cargar combustible, donde nos bajamos a estirar un poco las piernas y de repente se acercan dos personas y preguntan donde esta Martinovich, me contactan y me dicen estas personas nosotros tenemos referencia de usted que jugó reforzando a Sokol, me hacen un consulta si queria participar del primer equipo, a los dias me llega la oferta a mi casa para incorporarme al equipo me acuerdo que era un 12 de Octubre, me ficharon enseguida pero no podía jugar por no tener documentación, era extranjero, y era una época media complicada, pero yo muchas veces estaba al margen de eso, sabía que en Río Gallegos había exiliados del golpe de estado del 73 y me encuentro de que aca estaba la misma persona que me había llevado a jugar a Santiago al club Magallanes, Wladimiro Mimica, que vivió en el exilio muchos años en Río Gallegos, me quedo a jugar en el Boxing porque me hicieron una oferta que me convencio, me instale en el club donde encontre un grupo espectacular en lo humano y deportivo”.
Una época del buen fútbol
Asimismo y en relación al grupo que le toco ingresar como jugador Martinovich resalto además la época del fútbol de nuestra ciudad donde añadió “el Boxing era un club de Fútbol y por aquellos años nacía el interés o mejor dicho ya estaba instalado el participar de los torneos regionales y del campeonato local, y había una camada de excelentes jugadores en el medio y ahí fue que empece a ser raices y no me fui más, forme mi familia y dentro de todo con bastante éxito, más que nada me forme como persona y en eso el Boxing Me ayudo muchisimo a formarme a relacionarme entre a otros lugares que sin el deporte no hubiera sido posible y en esos años la gente iba mucho a la cancha y nos reconocian en la calle era muy lindo”.
La etapa de entrenador
Una vez concluido su etapa como jugador profesional y semi amateur Maartinovich decide cruzar la línea de cal e ir del otro lado para aplicar lo aprendido como jugador y convertirse en técnico, donde agrego acerca de lo que significo este paso en su carrera deportiva “yo jugué siempre en el Boxing lo hice hasta el año 1983, después me hice técnico, tenia 33 años y podría haber seguido jugando, pero el Boxing traiía una camada de jugadores como “Chulengo” Agüero, que a veces no jugaba porque yo era títular y yo dirigía en inferiores y no podía ir en contra con lo que predicaba que era que jueguen los chicos me sentía un tapón de los juveniles y el mensaje no era bueno, me ofrecen dirigir en primera división y salgo campeón con Independiente, paso desde la cancha al banco y le doy el primer título a Independiente en el torneo local, con jugadores propios y surgidos desde las inferiores, tuve esa suerte de salir campeón en mi primer año esto también gracias a ese grupo espectacular de jugadores y un poco por lo que uno tiro como mensaje de todo lo que uno había aprendido en sus carrera de jugador”.
También Martinovich dirigió Boca Río Gallegos, el club San Lorenzo, por un problema de salud dejo de dirigir en forma esporádica un año en la liga de los barrios donde dirigió al club Servicios Públicos, donde llegó a instancias finales del torneo.
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