Boxing derrotó en su cancha a Hispano Americano en una nueva edición del clásico más antiguo de nuestra ciudad. Mario Triviño, Mariano Matus y el “Noni” Toledo marcaron para el albiverde. Mauricio González había descontado para el celeste.Fue claramente un “Clásico” y se jugó como tal, a dientes apretados y con el corazón en la mano.Fotos y Texto : Alfredo Gálvez
El fútbol estuvo ausente en la noche del domingo, pero ganó la pasión. Ahora Boxing que festejó con ganas el triunfo, es el nuevo escolta del torneo.
Mucho público se ha hecho presente en el sintético del Boxing Club. El clásico siempre tiene un agregado adicional que es esto de ser el más antiguo de la ciudad, que tiene de por si y a través de los años mucha historia. Si bien aquellos que peinan canas dirán que todo tiempo pasado fue mejor o que “Clásicos eran los de antes”, igual vienen a ver al cuadro de sus amores. El presente de Boxing, dice que después de algunos vaivenes futbolísticos, de apoco se ha posicionado en la tabla y esta noche lo mantiene expectante, porque conoce todos los resultados y sabe que de mediar un triunfo lo pone, como único escolta del puntero Boca RG. Tiene además para el albiverde, el extra de sacarse la espina, de aquel torneo anterior, cuando en cancha de Defensores el celeste le ganó merecidamente el clásico en la previa de Defensores y Boca, lo que le sirvió al xeneize dar su primer vuelta olímpica a nivel local.
Boxing sale al campo con Garay en el arco. Pone a Cassin como central en la defensa, junto a Cormac para dejar el lugar por izquierda a Eduardo Aguilar. Ariel Ojeda como siempre va de marcador por derecha. Cristian Bazan Maidana y Sandoval en el medio, unos metros más arriba aparece Triviño y arriba cuenta con Matus y Julián Ojeda. Toledo, para mi sorpresa aparece en el banco. El Celeste con Podestá en la valla. Los cuatro del fondo para Ulloa, Lugo, Maidana y Muñoz. En la mitad de la cancha aparecen Ojeda, Mansilla, Gentile y González. Y propone el ataque con Diego Andrada y Trejo. Casi en tiempo y forma Don Omar Lugo pita y arranca el clásico más añejo de Río Gallegos.
Desde ese momento en adelante, la pelota comenzó a rodar con rapidez, los muchachos de ambos equipos proponían un juego rápido, peo no por eso eficiente y prolijo. Para nada, comenzaron a abundar los pelotazos cruzados, de Hispano proponiendo la búsqueda permanente de Trejo, que vislumbraba un duelo personal con Jorge Cassin. Y también pelotazos cruzados de Boxing en busca de la velocidad de Julián Ojeda. La diferencia marcada era que Trejo se recostaba por izquierda, mientras que Julián Ojeda cambiaba permanentemente por todo el frente del ataque, finalmente pasado los veinte iniciales, Julián prefirió hacer parada por la derecha y por ese sector comenzó a ganar el juego del albiverde. Sobre los veinticinco, Trejo mete un sablazo entrando por izquierda que termina salvando Aguilar para mandar al corner cuando Andrada se relamía por mandarla a la red. Sobre los treinta desborda por derecha Ojeda, su velocidad es demasiado para su marcador y pisando el área y ante la salida de Podestá, Julián la pica con su clase de siempre, la pelota besa el travesaño y sigue su marcha hacia la izquierda, pero Matus no llega para definir. Pero sobre los cuarenta en otro desborde del “Juli” llega al fondo mete en centro, antes que Matus aparece Lugo, pero para desazón de Cristian, se resbala y no puede rechazar, queda servida para Triviño y Mario en posición de “nueve” vence a Podestá para poner el clásico uno a cero. De allí en más el juego se puso friccionado, pierna fuerte casi al límite de lo permitido ante un Lugo que extrañamente, no amonestaba como uno está acostumbrado a verlo. Y Ud., dirá “quien te entiende a vos… si amonesta porque amonesta y si no te quejás igual” Y tal vez tenga razón, pero hoy había algunos muchachos que hasta yo le hubiera mostrado la cartulina amarilla. El descanso mandado por Don Omar, dejaba el partido a la espera del reinicio con ventaja albiverde por uno a cero.
Mucha gente en la cancha y como la noche lo permitía, casi todos contra la tela o sentados en las tribunas. El arranque de la segunda parte, no cambió mucho de lo hecho en la primera. Salió Boxing con mayor dominio de terreno, pero mi viejo en sus charlas de futbol solía decirme que avanzar no es atacar y Boxing era eso un equipo que avanzaba…pero no generaba ataque. Del toque sutil y la pelota dotando por todos los lugares del campo, ni hablemos. Hoy este era otro Boxing, hoy jugaba el clásico y lo jugaba como tal, a diente apretados, con el cuchillo entre los dientes, y enfrente Hispano, lo le iba a menos, le jugaba a cara de perro. Trejo seguía haciendo de las suyas en cada ataque celeste, pero era contra el mundo arriba. Diego Andrada hoy no estaba a la altura de tantos partidos que lo he visto destacarse. Justamente Trejo se escapa por derecha y casi al límite del área, lo toma ilícitamente Cormac y genera un tiro libre de riesgo. Ante el ángulo muy cerrado Ojeda decide meter un buscapié al área de Boxing, y la pelota se “come” cientos de piernas y pasa por toda el área juguetona y traviesa sin que nadie la toque. Giacomoli ha movido el banco y está en cancha Toledo, ahora Sandoval que había arrancado el partido tirado por izquierda, y nunca encontró esa posición, pasaba con el ingreso del Noni a ocupar la posición de doble cinco, y allí si Franco se sintió más a gusto entonces de sus pies empezaron a salir los pelotazos a ambas puntas y con mejor precisión. Minuto diecisiete, Franco la toma por el medio, pisando el circulo central le mete de zurda un pase milimétrico a Ojeda, Julián la para con el pecho, y desde la derecha parte el pase largo al segundo palo, aparece libre de marca Matus y Mariano elije el palo para la perfecta definición y Boxing manda el clásico dos a cero.
Con amor propio va Hispano y un minuto más tarde parte el pase por izquierda a la entrada de González que aparece como centro atacante. Cormac y Cassin han sido sorprendidos y solo atinan a levantar la mano, para que una bandera salvadora le indique que hay offside, pero la bandera habilita y Mauricio, con enorme frialdad la pone de sombrero sobre la humanidad de Garay para estampar con un golazo, el dos a uno.
Tuvo allí Hispano cinco minutos donde presionó arriba, con más ganas que futbol, pero le costó a Boxing reaccionar. Quien si reacciona, pero mal es Muñoz, que no puede ante la gambeta de Julián Ojeda y lo baja muy “fiero”, le cuesta la roja al hombre celeste y a Boxing le cuesta el cambio de Julián, que se retira lesionado. Sobre los treinta y cuatro se escapa Matus intento de mano a mano ante Podestá y el uno le comete infracción casi al borde del área. El tiro libre de Sandoval, encuentra la espectacular tapada del uno celeste. Ya sobre los treinta y ocho por algún exceso verbal, Mansilla ve la segunda amarilla y el celeste queda con nueve. Recién ahí a cinco del final Boxing con dos hombres de más comenzó a tocar la pelota ante un Hispano que empezaba a morir de pie. Con nueve igualmente el celeste fue en busca de la hazaña, a puro coraje, a puro “huevo” y se encontró con una contra tan rápida como eficaz, el pelotazo de Sandoval, para Matus, este que busca a Maldonado, pero por derecha aparece Toledo y el Noni en tiempo de descuento cierra el partido con el triunfo boxinguista por tres a uno. Festejo a pura sonrisa del albiverde, ganó el clásico con dientes apretados, dejó su futbol guardado en algún baúl, quizás para la próxima fecha, hoy asumió por las claras que los clásicos no se juegan…se ganan
El fútbol estuvo ausente en la noche del domingo, pero ganó la pasión. Ahora Boxing que festejó con ganas el triunfo, es el nuevo escolta del torneo.
Mucho público se ha hecho presente en el sintético del Boxing Club. El clásico siempre tiene un agregado adicional que es esto de ser el más antiguo de la ciudad, que tiene de por si y a través de los años mucha historia. Si bien aquellos que peinan canas dirán que todo tiempo pasado fue mejor o que “Clásicos eran los de antes”, igual vienen a ver al cuadro de sus amores. El presente de Boxing, dice que después de algunos vaivenes futbolísticos, de apoco se ha posicionado en la tabla y esta noche lo mantiene expectante, porque conoce todos los resultados y sabe que de mediar un triunfo lo pone, como único escolta del puntero Boca RG. Tiene además para el albiverde, el extra de sacarse la espina, de aquel torneo anterior, cuando en cancha de Defensores el celeste le ganó merecidamente el clásico en la previa de Defensores y Boca, lo que le sirvió al xeneize dar su primer vuelta olímpica a nivel local.
Boxing sale al campo con Garay en el arco. Pone a Cassin como central en la defensa, junto a Cormac para dejar el lugar por izquierda a Eduardo Aguilar. Ariel Ojeda como siempre va de marcador por derecha. Cristian Bazan Maidana y Sandoval en el medio, unos metros más arriba aparece Triviño y arriba cuenta con Matus y Julián Ojeda. Toledo, para mi sorpresa aparece en el banco. El Celeste con Podestá en la valla. Los cuatro del fondo para Ulloa, Lugo, Maidana y Muñoz. En la mitad de la cancha aparecen Ojeda, Mansilla, Gentile y González. Y propone el ataque con Diego Andrada y Trejo. Casi en tiempo y forma Don Omar Lugo pita y arranca el clásico más añejo de Río Gallegos.
Desde ese momento en adelante, la pelota comenzó a rodar con rapidez, los muchachos de ambos equipos proponían un juego rápido, peo no por eso eficiente y prolijo. Para nada, comenzaron a abundar los pelotazos cruzados, de Hispano proponiendo la búsqueda permanente de Trejo, que vislumbraba un duelo personal con Jorge Cassin. Y también pelotazos cruzados de Boxing en busca de la velocidad de Julián Ojeda. La diferencia marcada era que Trejo se recostaba por izquierda, mientras que Julián Ojeda cambiaba permanentemente por todo el frente del ataque, finalmente pasado los veinte iniciales, Julián prefirió hacer parada por la derecha y por ese sector comenzó a ganar el juego del albiverde. Sobre los veinticinco, Trejo mete un sablazo entrando por izquierda que termina salvando Aguilar para mandar al corner cuando Andrada se relamía por mandarla a la red. Sobre los treinta desborda por derecha Ojeda, su velocidad es demasiado para su marcador y pisando el área y ante la salida de Podestá, Julián la pica con su clase de siempre, la pelota besa el travesaño y sigue su marcha hacia la izquierda, pero Matus no llega para definir. Pero sobre los cuarenta en otro desborde del “Juli” llega al fondo mete en centro, antes que Matus aparece Lugo, pero para desazón de Cristian, se resbala y no puede rechazar, queda servida para Triviño y Mario en posición de “nueve” vence a Podestá para poner el clásico uno a cero. De allí en más el juego se puso friccionado, pierna fuerte casi al límite de lo permitido ante un Lugo que extrañamente, no amonestaba como uno está acostumbrado a verlo. Y Ud., dirá “quien te entiende a vos… si amonesta porque amonesta y si no te quejás igual” Y tal vez tenga razón, pero hoy había algunos muchachos que hasta yo le hubiera mostrado la cartulina amarilla. El descanso mandado por Don Omar, dejaba el partido a la espera del reinicio con ventaja albiverde por uno a cero.
Mucha gente en la cancha y como la noche lo permitía, casi todos contra la tela o sentados en las tribunas. El arranque de la segunda parte, no cambió mucho de lo hecho en la primera. Salió Boxing con mayor dominio de terreno, pero mi viejo en sus charlas de futbol solía decirme que avanzar no es atacar y Boxing era eso un equipo que avanzaba…pero no generaba ataque. Del toque sutil y la pelota dotando por todos los lugares del campo, ni hablemos. Hoy este era otro Boxing, hoy jugaba el clásico y lo jugaba como tal, a diente apretados, con el cuchillo entre los dientes, y enfrente Hispano, lo le iba a menos, le jugaba a cara de perro. Trejo seguía haciendo de las suyas en cada ataque celeste, pero era contra el mundo arriba. Diego Andrada hoy no estaba a la altura de tantos partidos que lo he visto destacarse. Justamente Trejo se escapa por derecha y casi al límite del área, lo toma ilícitamente Cormac y genera un tiro libre de riesgo. Ante el ángulo muy cerrado Ojeda decide meter un buscapié al área de Boxing, y la pelota se “come” cientos de piernas y pasa por toda el área juguetona y traviesa sin que nadie la toque. Giacomoli ha movido el banco y está en cancha Toledo, ahora Sandoval que había arrancado el partido tirado por izquierda, y nunca encontró esa posición, pasaba con el ingreso del Noni a ocupar la posición de doble cinco, y allí si Franco se sintió más a gusto entonces de sus pies empezaron a salir los pelotazos a ambas puntas y con mejor precisión. Minuto diecisiete, Franco la toma por el medio, pisando el circulo central le mete de zurda un pase milimétrico a Ojeda, Julián la para con el pecho, y desde la derecha parte el pase largo al segundo palo, aparece libre de marca Matus y Mariano elije el palo para la perfecta definición y Boxing manda el clásico dos a cero.
Con amor propio va Hispano y un minuto más tarde parte el pase por izquierda a la entrada de González que aparece como centro atacante. Cormac y Cassin han sido sorprendidos y solo atinan a levantar la mano, para que una bandera salvadora le indique que hay offside, pero la bandera habilita y Mauricio, con enorme frialdad la pone de sombrero sobre la humanidad de Garay para estampar con un golazo, el dos a uno.
Tuvo allí Hispano cinco minutos donde presionó arriba, con más ganas que futbol, pero le costó a Boxing reaccionar. Quien si reacciona, pero mal es Muñoz, que no puede ante la gambeta de Julián Ojeda y lo baja muy “fiero”, le cuesta la roja al hombre celeste y a Boxing le cuesta el cambio de Julián, que se retira lesionado. Sobre los treinta y cuatro se escapa Matus intento de mano a mano ante Podestá y el uno le comete infracción casi al borde del área. El tiro libre de Sandoval, encuentra la espectacular tapada del uno celeste. Ya sobre los treinta y ocho por algún exceso verbal, Mansilla ve la segunda amarilla y el celeste queda con nueve. Recién ahí a cinco del final Boxing con dos hombres de más comenzó a tocar la pelota ante un Hispano que empezaba a morir de pie. Con nueve igualmente el celeste fue en busca de la hazaña, a puro coraje, a puro “huevo” y se encontró con una contra tan rápida como eficaz, el pelotazo de Sandoval, para Matus, este que busca a Maldonado, pero por derecha aparece Toledo y el Noni en tiempo de descuento cierra el partido con el triunfo boxinguista por tres a uno. Festejo a pura sonrisa del albiverde, ganó el clásico con dientes apretados, dejó su futbol guardado en algún baúl, quizás para la próxima fecha, hoy asumió por las claras que los clásicos no se juegan…se ganan
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