El césped sintético del Boxing fue nuevamente testigo de un gran espectáculo para los riogalleguenses

Otro gran espectáculo futbolístico pasó por la capital provincial, en esta oportunidad, con la Selección Argentina Sub-15 como principal protagonista y un combinado de Río Gallegos como un digno actor de reparto. Es que el equipo nacional se lució en la tarde de ayer, en la cancha del Boxing, al superar a los locales con un abultado 5 a 0, ante un gran marco de público que le hizo frente al frío y se deleitó con el juego desplegado por los dirigidos por el campeón mundial en el ’86, Héctor “el negro” Enrique. Sin dudas que la superioridad de los visitantes fue muy clara con respecto a los de Rubén Darío, pero los locales dejaron todo en el campo, y colaboraron con un gran espectáculo que giró en torno a la Selección Argentina, pero que tuvo en los chicos riogalleguenses un buen papel también. Este fue el segundo evento de alta calidad que Río Gallegos vive en siete días, y por eso la gente lo reconoció con su gran convocatoria en el césped sintético del Atlético Boxing Club. El partido En movimientos del encuentro se pudo entender cuales serían los roles de cada uno de los equipos, teniendo por un lado a un claro dominador del balón, como lo fue el seleccionado nacional, y por otro, a un combinado local agazapado, defendiendo sin desesperarse, a la espera de la oportunidad justa para salir de contra. Con la pelota en sus pies, los dirigidos por Enrique buscaron, en primera instancia, sacando el balón desde el centro hacia los extremos, teniendo en cuenta la llegada de los volantes por afuera, quienes con precisos centros buscaron la cabeza del único centrodelantero que presentó Argentina en el primer tiempo, Federico Andrada. Sin embargo, y pese a haber conectado más de uno, al 9 de la albiceleste le costó imponerse entre los dos centrales de Río Gallegos, Chacón y Alzamora, quienes se complementaron para no dejarlo actuar al atacante. Rápidos para pensar y darse cuenta que la forma adoptada en el inicio no dio sus frutos, se cambió la intención de los avances nacionales, cambiando los centros cruzados por remates desde afuera del área. Luego de una serie de intentos, llegó la apertura del marcador, precisamente con un remate lejano (casi 25 metros) de Leandro Paredes, quien dejó sin posibilidad alguna de reacción a Rodrigo Solís. Así, a los quince minutos la Selección Argentina se adelantó en el marcador. Era realmente difícil para los riogalleguenses, a esta altura, poder sacarle el balón al rival para contar con alguna ocasión de peligro en el arco de enfrente. Pero se las rebuscó y arrinconó a la visita, sin saber lo perjudicial que podría ser esto, ya que al no conseguir la conquista, y con una salida de contra, muy precisa, llegó el segundo. Es que a los 27’, Lucas Ojeda, con otro remate desde lejos, amplió la diferencia a dos goles, para la albiceleste, aprovechando lo descompensada que había quedado la defensa local, al ir en búsqueda del empate. Ya con el control absoluto del partido, no tardó en llegar una nueva conquista de la visita, que con un buen desborde de Leandro Paredes y posterior centro pasado para un compañero, llegó el tercero, en los pies de Francesco Celeste. Así se fue el primer período, con una clara superioridad de la selección nacional, tanto en el juego como en el marcador. Ya en el complemento, la historia no sería muy diferente a lo vivido en los primeros 45 minutos, y para poder ratificarlo, de arranque nomás llegó otro gol, cuando Federico Andrada, aprovechando una pelota que quedó suelta en el área, puso la cuarta conquista. Pero esto no fue todo, porque un minuto más tarde vino otro golpe para el local, porque Paredes volvió a anotar, esta vez, con un remate fuerte abajo, luego de la asistencia de Lucas Robledo. Dos golpes seguidos marcaron definitivamente la superioridad de uno de los equipos por sobre el otro, con una capacidad de precisión y efectividad impresionante por parte de los chicos de la Argentina. La posibilidad de poder contar con una cantidad ilimitada de cambios, el DT de Río Gallegos, Rubén Darío, le brindó un aire renovador al equipo local, que pudo emparejar un poco más el encuentro, obligando primero al combinado nacional a retrasarse en el campo y luego a pensar en el arco rival. De hecho contó con sus avances de importancia, pero la defensa albiceleste se mostró muy firme también. Por eso, una de las llegadas más peligrosa de los locales fue un tiro libre de José Chacón que pasó por encima del travesaño de la visita. El correr de los minutos, sin que los locales alcanzaran el descuento, le permitió acomodarse por completo a la Selección Argentina, que nuevamente apostando a abrir la cancha, haciendo participar a todos sus volantes, volvió a hacerse cargo de la pelota, manejando los hilos del encuentro. Así consiguió ver de cerca el arco de los locales, pero sin tanta efectividad como en las ocasiones anteriores. Es por esto que terminó de deleitar a los presentes, con el traslado del balón por todo el campo y con algunos lujos. Así se fue el partido en un 5 a 0, con un equipo de Río Gallegos que logró cerrar el arco a tiempo, con los chicos de Argentina paseando su fútbol por toda la cancha, y con todos los aficionados, que pese al frío, se hicieron presentes en gran número y se fueron con los ojos llenos de buen fútbol y goles.

LA OPINION AUSTRAL RIO GALLEGOS