Cronología de un buen duelo
Debido al planteo ofensivo planteado por ambos, se vivieron desde el comienzo buena cantidad de oportunidades que pudieron terminar en el grito deseado, ya que a los tres minutos Olguín ganó de arriba, en una pelota parada para Boca, pero la misma salió cruzada, besando el palo derecho de Gómez. Segundos después y luego de un córner, el Demonio D’Augero lo tuvo de cabeza, pero el travesaño le negó la chance de gritar.
La lucha siempre estuvo en el sector medio, donde la superpoblación de volantes por parte del visitante, sumada a los medio del Boxing, de buen pie, hizo que el esférico por momentos no saliera del círculo central. Sin embargo, con cambios de frente certeros, el local encontró en la velocidad de Julián Ojeda (la figura del partido) la manera de lastimar al rival y poder avanzar en el campo, que a esa altura del partido se hacía complicado, pero sin suerte para concretar. Asimismo, las distracciones defensivas por parte del Boxing permitieron que, de a poco, los dos puntas visitantes tomaran confianza para incomodar a sus marcadores.
Los minutos pasaron y lo que se hizo presente fue una serie de infracciones fuertes que hicieron que el partido vaya levantando temperatura. Y el que sacó tajada de esto fue el Albiverde, que ante algunas dudas de la defensa rival tuvo, primero en el pie de Jansich (de chilena), luego en el de Triviño y por último en el de Julián Ojeda, tres oportunidades seguidas para poder aventajarse, pero la falta de precisión en esa estocada final le impidió convertir.
Recién después de estos tres cachetazos, el conjunto de Boca reaccionó y de qué manera, ya que contando con la buena pegada de algunos de sus jugadores, buscó en reiteradas oportunidades con remates desde afuera poder vencer la humanidad de Gómez, pero no tuvo suerte, mientras que sobre el final de la primera etapa, abriendo la cancha y con centros cruzados, buscó a sus dos puntas, logrando que cada uno de ellos estuviera cara a cara con el arquero. En primer lugar lo desaprovechó D’Augero, quien anticipó al guardametas, pero la pelota salió rozando el palo, mientras que el Pepe Gol Quiroga lo tuvo de cabeza, fallando en la dirección de su disparo, que fue a parar a las manos de Gómez. Así se fue la primera etapa, con muchas intenciones, pero sin eficacia para concretar.
Ya en el complemento, el mismo trajo una sorpresa y fue la agresividad en la marca por parte del Boxing, que se adueñó del mediocampo con una gran mejoría por parte de Claudio Medina, amo y señor de ese sector del campo, y así empezó a ganar terreno con juego por lo bajo y siempre apuntando a habilitar tanto a Julián Ojeda como a Mariano Mattus. No obstante, la ordenada y sólida defensa de Boca supo desbaratar cada intento de peligro por parte del Boxing, que por momentos sólo se conformó con remates desde afuera, ante la imposibilidad de ingresar al área rival con pelota dominada.
Por su parte, la visita, con algunos pelotazos bien capitalizados por sus delanteros, tuvo su oportunidad, en la cual el Demonio quiso picársela por encima a Gómez, quien se anticipó a las intenciones del delantero y logró detener ese balón antes de que supere su humanidad.
Hasta este momento, las intenciones de ambos fueron lastimar al rival con buen juego y ocasiones de gol, pero una serie continua de infracciones fuertes fueron calentando el ambiente, y las entradas en búsqueda de recuperar la posesión fueron acrecentando su violencia. De hecho, cuando corrían 26 minutos, luego de haber ingresado segundos antes, Maximiliano Chávez eludió a una buena cantidad de jugadores hasta toparse con la pierna de Jorge Olguín, quien lo maltrató a tal punto que provocó la reacción inmediata del jugador de Boxing recién ingresado, a lo que Rogel Pérez decidió mostrarles el camino al vestuario a ambos, dejando a cada equipo con 10 jugadores.
Ya con el clima caldeado dentro del campo, el que pareció sentir más el hombre de menos fue Boca, ya que el local se adueñó del balón, siempre comandado por Daniel Toledo, y se acercó seriamente al arco defendido por Martínez, a tal punto que tuvo el triunfo en los pies de Mattus, quien, luego de una gran jugada de Simoes, no pudo dar la dirección necesaria al balón para que supere al arquero y se hunda en la red.
Cinco minutos más tarde llegó otro quiebre en el partido, ya que Daniel Toledo, hasta ese momento una de las figuras de la cancha, vio la tarjeta roja luego de una dura entrada sobre Lucas Fernández, dejando a su equipo con nueve y en inferioridad numérica. Allí fue donde llegó una nueva reacción del conjunto boquense, que a fuerza de tiros libres se hizo presente en el área de Gómez, pero siempre se encontró con una defensa bien parada o con el infortunio ante la definición.
Asimismo, el Boxing se las rebuscó para poder dañar, porque con salidas de contraataque, siempre comandadas por el rápido Julián Ojeda, tuvo sus jugadas de peligro, algo que volvió al partido de ida y vuelta, debido a los espacios en el campo y por el cansancio de algunos jugadores.
Y cuando el cotejo se extinguía, llegó un capítulo más de esta historia, ya que David Rogel Pérez pitó falta a favor de Boca, en una jugada por lo menos dudosa, que además de la negativa de todo el público Albiverde, desató la reacción del DT local, Juan Carlos Gargaglione, que no tuvo mejor idea que increpar al árbitro, quien inmediatamente lo expulsó del campo de juego, junto con uno de sus asistentes.
Para terminar, los ocho minutos adicionados por el hombre designado para impartir justicia no fueron suficientes para marcar ninguna diferencia, terminando con un gran partido, vibrante, pero con ausencia de eficacia para convertir.
LA OPINION AUSTRAL RIO GALLEGOS
Debido al planteo ofensivo planteado por ambos, se vivieron desde el comienzo buena cantidad de oportunidades que pudieron terminar en el grito deseado, ya que a los tres minutos Olguín ganó de arriba, en una pelota parada para Boca, pero la misma salió cruzada, besando el palo derecho de Gómez. Segundos después y luego de un córner, el Demonio D’Augero lo tuvo de cabeza, pero el travesaño le negó la chance de gritar.
La lucha siempre estuvo en el sector medio, donde la superpoblación de volantes por parte del visitante, sumada a los medio del Boxing, de buen pie, hizo que el esférico por momentos no saliera del círculo central. Sin embargo, con cambios de frente certeros, el local encontró en la velocidad de Julián Ojeda (la figura del partido) la manera de lastimar al rival y poder avanzar en el campo, que a esa altura del partido se hacía complicado, pero sin suerte para concretar. Asimismo, las distracciones defensivas por parte del Boxing permitieron que, de a poco, los dos puntas visitantes tomaran confianza para incomodar a sus marcadores.
Los minutos pasaron y lo que se hizo presente fue una serie de infracciones fuertes que hicieron que el partido vaya levantando temperatura. Y el que sacó tajada de esto fue el Albiverde, que ante algunas dudas de la defensa rival tuvo, primero en el pie de Jansich (de chilena), luego en el de Triviño y por último en el de Julián Ojeda, tres oportunidades seguidas para poder aventajarse, pero la falta de precisión en esa estocada final le impidió convertir.
Recién después de estos tres cachetazos, el conjunto de Boca reaccionó y de qué manera, ya que contando con la buena pegada de algunos de sus jugadores, buscó en reiteradas oportunidades con remates desde afuera poder vencer la humanidad de Gómez, pero no tuvo suerte, mientras que sobre el final de la primera etapa, abriendo la cancha y con centros cruzados, buscó a sus dos puntas, logrando que cada uno de ellos estuviera cara a cara con el arquero. En primer lugar lo desaprovechó D’Augero, quien anticipó al guardametas, pero la pelota salió rozando el palo, mientras que el Pepe Gol Quiroga lo tuvo de cabeza, fallando en la dirección de su disparo, que fue a parar a las manos de Gómez. Así se fue la primera etapa, con muchas intenciones, pero sin eficacia para concretar.
Ya en el complemento, el mismo trajo una sorpresa y fue la agresividad en la marca por parte del Boxing, que se adueñó del mediocampo con una gran mejoría por parte de Claudio Medina, amo y señor de ese sector del campo, y así empezó a ganar terreno con juego por lo bajo y siempre apuntando a habilitar tanto a Julián Ojeda como a Mariano Mattus. No obstante, la ordenada y sólida defensa de Boca supo desbaratar cada intento de peligro por parte del Boxing, que por momentos sólo se conformó con remates desde afuera, ante la imposibilidad de ingresar al área rival con pelota dominada.
Por su parte, la visita, con algunos pelotazos bien capitalizados por sus delanteros, tuvo su oportunidad, en la cual el Demonio quiso picársela por encima a Gómez, quien se anticipó a las intenciones del delantero y logró detener ese balón antes de que supere su humanidad.
Hasta este momento, las intenciones de ambos fueron lastimar al rival con buen juego y ocasiones de gol, pero una serie continua de infracciones fuertes fueron calentando el ambiente, y las entradas en búsqueda de recuperar la posesión fueron acrecentando su violencia. De hecho, cuando corrían 26 minutos, luego de haber ingresado segundos antes, Maximiliano Chávez eludió a una buena cantidad de jugadores hasta toparse con la pierna de Jorge Olguín, quien lo maltrató a tal punto que provocó la reacción inmediata del jugador de Boxing recién ingresado, a lo que Rogel Pérez decidió mostrarles el camino al vestuario a ambos, dejando a cada equipo con 10 jugadores.
Ya con el clima caldeado dentro del campo, el que pareció sentir más el hombre de menos fue Boca, ya que el local se adueñó del balón, siempre comandado por Daniel Toledo, y se acercó seriamente al arco defendido por Martínez, a tal punto que tuvo el triunfo en los pies de Mattus, quien, luego de una gran jugada de Simoes, no pudo dar la dirección necesaria al balón para que supere al arquero y se hunda en la red.
Cinco minutos más tarde llegó otro quiebre en el partido, ya que Daniel Toledo, hasta ese momento una de las figuras de la cancha, vio la tarjeta roja luego de una dura entrada sobre Lucas Fernández, dejando a su equipo con nueve y en inferioridad numérica. Allí fue donde llegó una nueva reacción del conjunto boquense, que a fuerza de tiros libres se hizo presente en el área de Gómez, pero siempre se encontró con una defensa bien parada o con el infortunio ante la definición.
Asimismo, el Boxing se las rebuscó para poder dañar, porque con salidas de contraataque, siempre comandadas por el rápido Julián Ojeda, tuvo sus jugadas de peligro, algo que volvió al partido de ida y vuelta, debido a los espacios en el campo y por el cansancio de algunos jugadores.
Y cuando el cotejo se extinguía, llegó un capítulo más de esta historia, ya que David Rogel Pérez pitó falta a favor de Boca, en una jugada por lo menos dudosa, que además de la negativa de todo el público Albiverde, desató la reacción del DT local, Juan Carlos Gargaglione, que no tuvo mejor idea que increpar al árbitro, quien inmediatamente lo expulsó del campo de juego, junto con uno de sus asistentes.
Para terminar, los ocho minutos adicionados por el hombre designado para impartir justicia no fueron suficientes para marcar ninguna diferencia, terminando con un gran partido, vibrante, pero con ausencia de eficacia para convertir.
LA OPINION AUSTRAL RIO GALLEGOS
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