Primera entrega
Por Héctor Mansilla
”El personaje que hoy nos ocupa nació un 6 de mayo de 1957 en Tres Arroyos (Provincia de Buenos Aires), pero desde chico adoptó como ciudad natal la ciudad de Coronel Pringles. Fue uno de los centro-delanteros más eficaces que ha tenido el balompié local, y esta íntimamente ligado a la historia futbolística del Atlético Boxing Club de la mitad de la década del setenta y ochenta. Consiguió títulos como jugador y como técnico siempre dejando la impronta de ser un adelantado en la parte táctica. Admirado y odiado tal vez en el mundo del fútbol local, Juan Carlos Gargaglione es una de las figuras que bien merece su lugar en este suplemento denominado “Campañas que hicieron Historia”. Cuantas anécdotas, historias y vivencias poco conocidas de un personaje que pese a la adversidad que se presentaran ha sabido salir adelante. En esta primera entrega de este suplemento vamos a conocer al otro Juan Carlos Gargaglione, el que esta más allá del futbolista y actual técnico. Una persona que en el fluir de la entrevista con TiempoSur se fue abriendo y dando a conocer una verdadera historia de vida forjada y acompañada por el deporte como vehículo de formación, y porque no decirlo, de salvación. Café de por medio y un cigarro con boquilla característico en este hombre del fútbol, es que comenzamos con una de las entrevistas más solicitadas por el ambiente del fútbol local. Un avanzado para su época y que impuso desde su puesto de técnico teorías que se aplicaban en el medio nacional, para muchos jugadores, uno de los técnicos más capacitados y fruto de ellos sus logros en el balompié local.
Sus inicios en el deporte
Quisimos comenzar a desandar esta historia de vida desde el punto de vista del deportista para poder así trasladarnos a la parte personal de una de los hombres más representativos del fútbol del Atlético Boxing Club en el último decenio.
Acerca de cómo se fue originando su incursión en el deporte, vale aclarar que Juan Carlos Gargaglione si bien nació en la ciudad de Tres Arroyos, gran parte de su niñez y adolescencia la pasó en Coronel Pringles. Acerca de aquellos inicios deportivos el entrevistado manifestó: “Comencé desde chico practicando gran cantidad de deportes como voley, fútbol, básquet, natación y pelota a paleta hasta que a los 14 años priorice la paleta y el fútbol. En pelota a paleta salí varias veces campeón provincial y tomé parte de torneos nacionales, donde incluso en básquet fui seleccionado de mi ciudad. Era una época muy linda la que viví en el deporte de chico, donde mis padre me facilitaron todo para que pudiera practicar todos los deportes y entre ellos el fútbol, donde comencé a jugar a los ocho años en Almaceneros de Pringles”.
A los catorce años debuté en Primera División defendiendo los colores de Almaceneros de Pringles, y de inmediato a la selección de su ciudad en los torneos bonaerenses. También un detalle poco conocido de este personaje es su gran afición a la práctica de pelota a paleta, donde incursionó desde edad muy pequeña con inusitado éxito, e incluso siendo partícipe de torneos argentinos.
El primer momento triste
Con el fluir de la entrevista y repasando su vida de adolescentes y sus primeros pasos en el fútbol en el club Almaceneros de Coronel Pringles, es que el entrevistado da como el primer momento triste en su vida el relacionado al fallecimiento de su madre, cuando éste tenía tan solo catorce años.
A este dato que nos aporta Gargaglione agrega, “a raíz de una penosa enfermedad de mi madre, fallece y me toca quedarme solo a los catorce años. Fue un momento duro en mi vida dado que mi padre se va a trabajar a Bahía Blanca, y un poco se descalabra mi familia. Se me vinieron un montón de cosas encima, conocí cosas de la vida muy pronto, tales como la noche, pero a pesar de esto seguí practicando deportes entre ellos el fútbol teniendo a los 17 años el ofrecimiento de varios clubes para ir a jugar.
Por aquella época alternaba mi pasión por el fútbol con el trabajo en una empresa constructora de caminos; recibo ofertas de Huracán de Tres Arroyos y del Boxing Club y otros clubes de la zona, entonces decido ir a probarme a Huracán donde juego todo el torneo preparación. La directiva de Huracán me quería comprar, pero me encuentro que la nueva dirigencia de Almaceneros salen pidiendo una cifra astronómica que Huracán no aceptó”.
Su llegada a Rio Gallegos
Al no hacerse su pase a Huracán de Tres Arroyos debido a la exorbitante cifra que pedía la entidad de Pringles, y habiendo pasado un tiempo sin jugar es que la vida -o mejor dicho la carrera deportiva de Juan Carlos Gargaglione- tendría otro destino, así tal cual lo manifestó en la entrevista para Campañas que hicieron Historia, donde remarcó “me quedo parado por una temporada y un día llamo a Río Gallegos para ver si les interesaba mis servicios; al Boxing les interesó de inmediato y me contacto con Cacho San Miguel y Mario Braccalenti. El contacto nuestro fue el famoso “Chupete” Batarev que fue el que trajo muchos jugadores de la zona de influencia de Pringles, tales como Eduardo Añón, Giacomole, Chupa Martínez, varios jugadores del club que tuvo una continuidad con la llegada de Perotti, Góngora y yo vine después de ellos con varias dificultades para reiniciar mi carrera en Gallegos ya que por un lado Huracán me ponía trabas para el pase al Boxing y por otro lado tenía problemas personales debido a que estábamos en plena dictadura militar y yo tenía un hermano que estaba desaparecido”.
Una época dura para ser joven
Recién vamos comenzando a conocer algunos aspectos pocos difundidos de este personaje cuando nos relata su llegada a nuestra ciudad y un trasfondo político de la época que lo tenía como protagonista desafortunadamente.
Sobre este tema ahondaremos en lo sucesivo con el resto de las entregas de esta trayectoria de vida, pero bien quisimos dar un pequeño adelanto de este tema, siempre con el consentimiento del entrevistado que señaló lo siguiente, “después de muchas idas y venidas y largas peleas con la comisión directiva que había asumido, entorpecieron toda mi carrera y cuando llego a Gallegos me toca jugar la segunda final por el campeonato ante Bancruz. Me acuerdo que era septiembre del 78, una llegada bastante difícil porque era la época de la dictadura, donde desaparecía gente y tuve la desgracia de participar en eso pues tengo un hermano desaparecido. Ser joven era peligroso, mi hermano desaparece haciendo la conscripción en Colonia Sarmiento, igual que varios amigos míos, yo igual soy perseguido en la zona de Tres Arroyos, salvé mi vida milagrosamente, que es una historia poco conocida de mi carrera”.
Una bienvenida poco agradable
Tal vez como un hecho que pintaba aquellos años del país, Gargaglione comentó un curioso pero no desafortunado hecho que le tocó vivir a poco de estar en nuestra ciudad “El primer día que estaba en Gallegos me detienen en el Boxing y me llevan a la comisaría Segunda por averiguación de antecedentes, me saca la comisión directiva del Boxing. Era una época difícil donde no sólo se mezclaron mis problemas personales sino los políticos.
Fue difícil vivir con la persecución, uno no sabia si al otro día iba a estar, de esa época soy un eterno agradecido a Juan Batarev quien me apoyó y confió en mi, no le fallé y en Río Gallegos encontré una tranquilidad que allá no tenía.
Fuente: Tiempo Sur
Fotos: Grupo Ro-k
Sus inicios en el deporte
Quisimos comenzar a desandar esta historia de vida desde el punto de vista del deportista para poder así trasladarnos a la parte personal de una de los hombres más representativos del fútbol del Atlético Boxing Club en el último decenio.
Acerca de cómo se fue originando su incursión en el deporte, vale aclarar que Juan Carlos Gargaglione si bien nació en la ciudad de Tres Arroyos, gran parte de su niñez y adolescencia la pasó en Coronel Pringles. Acerca de aquellos inicios deportivos el entrevistado manifestó: “Comencé desde chico practicando gran cantidad de deportes como voley, fútbol, básquet, natación y pelota a paleta hasta que a los 14 años priorice la paleta y el fútbol. En pelota a paleta salí varias veces campeón provincial y tomé parte de torneos nacionales, donde incluso en básquet fui seleccionado de mi ciudad. Era una época muy linda la que viví en el deporte de chico, donde mis padre me facilitaron todo para que pudiera practicar todos los deportes y entre ellos el fútbol, donde comencé a jugar a los ocho años en Almaceneros de Pringles”.
A los catorce años debuté en Primera División defendiendo los colores de Almaceneros de Pringles, y de inmediato a la selección de su ciudad en los torneos bonaerenses. También un detalle poco conocido de este personaje es su gran afición a la práctica de pelota a paleta, donde incursionó desde edad muy pequeña con inusitado éxito, e incluso siendo partícipe de torneos argentinos.
El primer momento triste
Con el fluir de la entrevista y repasando su vida de adolescentes y sus primeros pasos en el fútbol en el club Almaceneros de Coronel Pringles, es que el entrevistado da como el primer momento triste en su vida el relacionado al fallecimiento de su madre, cuando éste tenía tan solo catorce años.
A este dato que nos aporta Gargaglione agrega, “a raíz de una penosa enfermedad de mi madre, fallece y me toca quedarme solo a los catorce años. Fue un momento duro en mi vida dado que mi padre se va a trabajar a Bahía Blanca, y un poco se descalabra mi familia. Se me vinieron un montón de cosas encima, conocí cosas de la vida muy pronto, tales como la noche, pero a pesar de esto seguí practicando deportes entre ellos el fútbol teniendo a los 17 años el ofrecimiento de varios clubes para ir a jugar.
Por aquella época alternaba mi pasión por el fútbol con el trabajo en una empresa constructora de caminos; recibo ofertas de Huracán de Tres Arroyos y del Boxing Club y otros clubes de la zona, entonces decido ir a probarme a Huracán donde juego todo el torneo preparación. La directiva de Huracán me quería comprar, pero me encuentro que la nueva dirigencia de Almaceneros salen pidiendo una cifra astronómica que Huracán no aceptó”.
Su llegada a Rio Gallegos
Al no hacerse su pase a Huracán de Tres Arroyos debido a la exorbitante cifra que pedía la entidad de Pringles, y habiendo pasado un tiempo sin jugar es que la vida -o mejor dicho la carrera deportiva de Juan Carlos Gargaglione- tendría otro destino, así tal cual lo manifestó en la entrevista para Campañas que hicieron Historia, donde remarcó “me quedo parado por una temporada y un día llamo a Río Gallegos para ver si les interesaba mis servicios; al Boxing les interesó de inmediato y me contacto con Cacho San Miguel y Mario Braccalenti. El contacto nuestro fue el famoso “Chupete” Batarev que fue el que trajo muchos jugadores de la zona de influencia de Pringles, tales como Eduardo Añón, Giacomole, Chupa Martínez, varios jugadores del club que tuvo una continuidad con la llegada de Perotti, Góngora y yo vine después de ellos con varias dificultades para reiniciar mi carrera en Gallegos ya que por un lado Huracán me ponía trabas para el pase al Boxing y por otro lado tenía problemas personales debido a que estábamos en plena dictadura militar y yo tenía un hermano que estaba desaparecido”.
Una época dura para ser joven
Recién vamos comenzando a conocer algunos aspectos pocos difundidos de este personaje cuando nos relata su llegada a nuestra ciudad y un trasfondo político de la época que lo tenía como protagonista desafortunadamente.
Sobre este tema ahondaremos en lo sucesivo con el resto de las entregas de esta trayectoria de vida, pero bien quisimos dar un pequeño adelanto de este tema, siempre con el consentimiento del entrevistado que señaló lo siguiente, “después de muchas idas y venidas y largas peleas con la comisión directiva que había asumido, entorpecieron toda mi carrera y cuando llego a Gallegos me toca jugar la segunda final por el campeonato ante Bancruz. Me acuerdo que era septiembre del 78, una llegada bastante difícil porque era la época de la dictadura, donde desaparecía gente y tuve la desgracia de participar en eso pues tengo un hermano desaparecido. Ser joven era peligroso, mi hermano desaparece haciendo la conscripción en Colonia Sarmiento, igual que varios amigos míos, yo igual soy perseguido en la zona de Tres Arroyos, salvé mi vida milagrosamente, que es una historia poco conocida de mi carrera”.
Una bienvenida poco agradable
Tal vez como un hecho que pintaba aquellos años del país, Gargaglione comentó un curioso pero no desafortunado hecho que le tocó vivir a poco de estar en nuestra ciudad “El primer día que estaba en Gallegos me detienen en el Boxing y me llevan a la comisaría Segunda por averiguación de antecedentes, me saca la comisión directiva del Boxing. Era una época difícil donde no sólo se mezclaron mis problemas personales sino los políticos.
Fue difícil vivir con la persecución, uno no sabia si al otro día iba a estar, de esa época soy un eterno agradecido a Juan Batarev quien me apoyó y confió en mi, no le fallé y en Río Gallegos encontré una tranquilidad que allá no tenía.
Fuente: Tiempo SurFotos: Grupo Ro-k
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